Actuación ante un atragantamiento
José Enrique Campillo
Cofradía Extremeña de Gastronomía
El diario montañés 25/2/2022
Publicado recientemente: “Fallece atragantada en Marbella la mujer del mediático forense José Cabrera [...] tras asfixiarse con una zanahoria cuando comían en un restaurante”
No hay día que pase sin que nos asalte la noticia de alguien que ha muerto atragantado por un trozo de comida. Es un accidente que puede ocurrir en el hogar, en un restaurante o por la calle..., en cualquier lugar. Se me ocurrió que sería interesante plasmar aquí alguna información al respecto. El atragantamiento ocurre cuando un objeto extraño se aloja en la garganta, en la tráquea o en algún bronquio, y bloquea la entrada y salida de aire a los pulmones.
En ocasiones el bloqueo es de tal magnitud que ocasiona la muerte inmediata. Otras veces el bloqueo no es completo y permite recibir una asistencia sanitaria que le salva la vida. A veces el trozo de comida se aloja en algún bronquio y, aunque no impide la respiración, puede ocasionar una grave infección respiratoria. El asunto es más serio de lo que pensamos.
El atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España, con unos tres mil fallecimientos anuales, entre cinco y diez decesos diarios. Esta tasa fatídica solo es superada por los suicidios y las caídas accidentales y supera las muertes por accidentes de tráfico.
La mayor parte de casos se dan en personas de más de 60 años y menos de cinco. En los de más edad la causa suele ser algún leve trastorno que ocasiona una pequeña alteración de los reflejos de deglución, tan leve que ni vamos al médico, pero que pueden provocar el accidente. En los niños aún no tienen bien desarrollados estos reflejos.
Además de los alimentos también causan atragantamiento los medicamentos, los fragmentos de dentaduras y los juguetes infantiles.
Entre los alimentos hay algunos con los que hay que tener una especial precaución. Encabezan la lista las uvas y las salchichas pequeñas tipo Fráncfort, a causa de la suavidad de su piel y su forma redondeada. También, por su piel suave y flexible, las aceitunas, y los aros de calamares rebozados. Les siguen las chucherías variadas, gominolas, palomitas de maíz, jamón y otros embutidos.
Yo tenía un amigo que, convencido de las virtudes del jamón ibérico, le daba un trozo para que lo chupara a su bebe, pero adoptaba la precaución de sujetarlo con un hilo fuerte. También son peligrosos los frutos secos (almendras, nueces, pistachos, cacahuetes), algunas frutas, el pan, los pescados, por las espinas, y la carne que tenga mucha fibra.
¿Qué debemos hacer si nos encontramos ante una situación de atragantamiento? Todos los manuales recomiendan: lo primero mantener la calma. Solemne tontería porque cómo vamos a estar calmados si vemos que nuestro hijo pequeño o nuestra abuela se está ahogando.
Por otra parte, las personas que no hayan ensayado previamente la maniobra que vemos en las películas, puede que solo consigan fracturarle alguna costilla al accidentado. Pero gracias a la moderna tecnología tenemos una herramienta muy buena al alcance del móvil. Hay una app gratuita de 'SOSRespira' que se la puede uno descargar y que les proporciona todas las instrucciones necesarias.
De todas formas, coman despacio, poniendo atención en lo que ingieran y mastiquen bien cada alimento antes de tragarlo.
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