El Periódico Extremadura, con el patrocinio de Unicaja Banco, Wagyu ibérico y Bodegas Ruiz Torres, ha publicado por tercer año consecutivo esta guía de establecimientos de restauración extremeños que nos puede ayudar a conocer un poco mejor este apartado tan importante de nuestra gastronomía. Se inicia con una introducción de la directora del periódico en que, con el sugerente título de “La excelencia extremeña viste la mesa”, repasa la importancia de la gastronomía en la cultura y en nuestra región con frases como “sentarse a la mesa [...] supone una de las mayores interacciones sociales” o “apreciar la ciencia y la dedicación puesta en cada tapa o en las elaboraciones más sofisticadas es una de las bases de la cultura”. Sendos reportajes nos hablan más tarde de la incorporación de los jóvenes a las mesas de los restaurantes e indican que “la buena gastronomía se democratiza” y nos animan a probar todos los establecimientos que podamos. Recorre luego una serie de restaurantes y entrevista en ellos a los cocineros, con frecuencia también sus propietarios, que explican al periodista su filosofía de trabajo. Incluimos a continuación un resumen de esas conversaciones: Augusto Diez (Pino), de La Trastienda de Mario y Marieta de Cáceres, dice que “la cocina es el único arte donde intervienen todos los sentidos” y que “las nuevas técnicas [se pueden aplicar] desde el respeto a la materia prima y al recetario de aquí”. Víctor Corchado de Borona Bistró, también en Cáceres, pregona “lo que pasa alrededor de una mesa es algo único” y añade que su reto es “revisar la cocina tradicional y llevarla hacia un concepto más contemporáneo”. Seguimos en Cáceres y para Eleuterio (Lute) Sánchez, de los restaurantes Homarus y Nolasco, “a nuestra casa se viene a disfrutar, no a comer por comer”, valora el esfuerzo y la constancia y presume “soy tradicional y todavía sigo haciendo la comida al momento”. Viene luego Manuel (Manu) Ramírez, de Gladys en Badajoz, que proclama “hay que jugar con fuego para ser diferente” y añade “se va aprendiendo a base de prueba y error, pero el sabor es fundamental”. A continuación Juanma Salgado, cocinero asesor del Moma Experience en Badajoz, indica “todos los mortales en el aire son posibles, pero el punto de partida de mi cocina es que esté rica, tenga base y sabor” y dice que practica “una cocina viajera, cosmopolita pero siempre cuidando los detalles”. Claudio Vidal, de Casa Claudio en Casar de Cáceres, pronostica “la gente que come con prisas no disfruta de la comida, nos dice que no puede prescindir del pimentón de la vera y del aceite de oliva y que practica “cocina tradicional y cocina moderna puesta al día”. Jorge Galán, del restaurante Las Corchuelas en Cáceres, expresa un deseo, “a mí lo que me encanta es que dejen los platos vacíos” y confiesa que es “de fuego lento” y que ha aprendido de su “madre y de muchos cocineros que vienen de la escuela antigua”. Nacho Tello, de la hamburguesería La Pacheca en Cáceres, dice “odio ver a la gente comerse una hamburguesa con cuchillo y tenedor, ¡hay que pringarse y chuparse los dedos!” y que le “gustaría que la hamburguesa formase parte de la dieta mediterránea”. Begoña Pajares y Jesús Durán, del restaurante Alma del Sabor en Cáceres, pregonan “nuestra cocina refleja todas las culturas que han pasado por Cáceres” y se sienten satisfechos con su ubicación en el centro histórico de la ciudad: “El enclave es parte del éxito del restaurante”. Para María del Pilar Burgos, del restaurante El Palancar en Pedroso de Acim, “la mejor reseña es el plato vacío y ‘rebañao’”, la clave de su éxito es “la constancia y el trabajo” y su oferta está basada en “la cocina tradicional pero con un toque de actualidad de diseño [...] y la brasa con carbón de encina”. Víctor del Barco, del restaurante Los Siete Robles de Cáceres, afirma “creo en el poder del bar de barrio, que es lo que somos. Aquí todo el mundo está como en familia” y nos informa de que su horario es “desde las ocho de la mañana hasta las doce y media o una de la mañana” y de que mantienen unos “precios ajustados”. Carlos Alberto Castaño, de A de Arco en Mérida, confiesa “Me hace feliz dar de comer a aquel que viene de fuera especialmente para vernos y se despide con un ‘nos vemos el año que viene’”, su filosofía es “ser muy transparente y ofrecer lo mejor que tienes” y, en producto, “compramos lo mejor”.
La revista visita luego cuatro de nuestras bodegas más emblemáticas: Bodegas Ruiz Torres en Cañamero: “reconocimiento a siglo y medio de excelencia” pero que “no se ha quedado anclada en el tiempo”. Encina Blanca de Alburquerque, “tradición y modernidad en perfecta armonía”, cuyas uvas proceden de pequeños viñedos ecológicos. Palacio Quemado de Alange, “la esencia de la Extremadura alentejana”, con una viña que cuenta con “el potencial del terruño y [...] con diferentes tipos de suelo”. Bodega López Morenas, “ocho décadas de pasión por el vino”, la tercera envasadora de España que llega “a los cinco continentes”.
La publicación pasa luego por DIMARCA en Cáceres, “un rincón del placer para los amantes del vino y de los productos gourmet”. Y, como colofón, la guía Rextaurantes ofrece las direcciones de un total de 76 restaurantes distribuidos por toda la geografía extremeña.
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