Cáceres Gastronómica

CÁCERES GASTRONÓMICA

Valentín Domínguez y Francisco Rubio de la Cofradía Extremeña de Gastronomía
Con la colaboración especial de José Vicente Pérez, Maite Pérez de las Vacas, María José Bobillo, Paz Carmona y Víctor Casco

El viernes, 18 de noviembre, tuvo lugar en el Palacio de Congresos la primera edición de Cáceres Gastronómica organizada por el Diario HOY y su sección En Salsa en la que 300 comensales saborearon en dos pases concertados, almuerzo y cena, un menú de ocho tapas firmadas por algunos de los mejores restaurantes de la provincia que estuvo acompañado de vinos de la bodega Ruiz Torres de Cañamero y cervezas El Águila. En este evento colaboraron la Diputación de Cáceres, Cáceres living la vida relax, el Ayuntamiento de Cáceres, Cervezas El Águila, Bodegas Ruiz Torres, Cafés Brezo, Pimentón de la Vera, rabitos royale, DOP Torta del Casar y Royal Bliss. 

El deseo de disfrutar de los sabores y productos de la provincia queda demostrado por el hecho de que las 300 entradas al evento se agotaron en tan solo dos horas. 

El espacio donde se celebró, una de las salas del Palacio de Congresos, resultó muy acogedor, las mesas y sillas estaban vestidas de blanco y la decoración era sencilla y elegante. Las notas de color las ponían los bajoplatos redondos de paja natural tejida a mano, los vasos azules de cristal tallado para el agua y las latitas rojas de Pimentón de la Vera DOP, obsequio para los comensales. 

El servicio, profesional y agradable, brindándonos, con cada plato presentado, sus explicaciones y la forma de degustarlo.

Nada más sentarnos nos ofrecieron agua, vino, cerveza El Águila (probamos Águila sin filtrar intensa y fresca y Águila Dorada de suave amargor) o refrescos; nos sirvieron un buen pan de panadería PANREAL e inmediatamente, para abrir boca, unas tartaletas de Torta del Casar.

Y ya dió comienzo el banquete. La primera tapa: “Aceituna verde, aceituna negra y AOVE” de JAVIER MARTÍN, en Cáceres, de aspecto singular y suave, que fue valorado por unos como impactante y original mientras que otros lo describían como un descubrimiento feliz, un plato de autor que había conseguido un milagro gastronómico de la aceituna, tenida por una invitada pobre de la mesa y rechazada -erróneamente- cuando se la ofrece como tapa.

Le siguió “Carpaccio de IGP Ternera de Extremadura con lascas de queso DOP Acehuche con vinagreta de trufa negra, hierbas aromáticas y aceite Gata-Hurdes DOP y salsa a la mostaza y miel Villuercas- Ibores DOP” de VERSÁTIL, en Zarza de Granadilla, que resultó menos llamativo; un plato excelente, sin duda, pero que no ofrecía sorpresa o novedad respecto de otros carpaccios que pueden degustarse en nuestra geografía.

La “Espuma de patata con huevo poché” de AL NORTE, en Jarandilla de la Vera, con sus flores y plantas, fue un plato destacado por todos por su presentación y equilibrio.

La “Berenjena, ajo blanco y sardina ahumada” de LA MALTRAVIESA, en Cáceres, destacó también por su sabor y equilibrio aunque, tal vez, la berenjena quedaba algo apagada en comparación a una sardina bien ahumada cuya textura y sabor se prolongaba en el paladar. 

 El “Pulpo a la brasa con crema de pimiento asado y pimentón de la Vera” de LA TERRAZA, en la pedanía La Aceña de la Borrega de Valencia de Alcántara, tuvo mucho éxito y la crema resultó exquisita, con un toque muy agradable atribuible, quizás, al pimiento asado.

Siguió luego una “Lasaña de boletus gratinado con queso de cabra viejo maestro” de EL PALANCAR, en Pedroso de Acim, que fue uno de los platos estrellas de la degustación para nuestro pequeño grupo de comensales. Para unos la lasaña, plato que asociamos a Italia, tuvo aquí un potente sabor y aroma extremeño, tal vez aportado por el queso viejo; a otros les ofrecía un concentrado de olor a bosque y sabor a setas con una textura sorprendentemente suave; pero, para todos, resultó un plato claramente destacado.

Se acercaba el final y RESTAURANTE LA ALBERCA, en Trujillo, ofreció “Homenaje ibérico (pimiento a la brasa relleno de costilla ibérica a baja temperatura, sobre un guiso de manitas de cerdo y coronado de una tierra de torreznos y cebolla frita)” algo que todos consideramos muy apropiado viniendo de una localidad donde buenos son sus embutidos y buena es su cocina.

Y llegamos al postre: “Cheesecake de Torta del Casar, galletas de mantequilla y confitura de membrillo” de CASA CLAUDIO, en Casar de Cáceres, que se presentaba en una cajita con tarjeta que decía: “Cocinar es poner tu alma en aquello que haces. Por ello,este plato es algo único…”. Aquí todos los calificativos se dispararon: el rey del encuentro, un resultado glorioso de la conversión a dulce de la típica Torta con pan de cristal, magia y misterio en la fusión del dulce y la Torta del Casar, el plato estrella, el memorable broche de oro de este paseo gastronómico por la provincia de Cáceres, la mejor experiencia de la tarde, … Nosotros, a este postre, le llamaríamos Tarta de Queso para hacerlo aún más nuestro pero ¡qué queso!: la Torta del Casar, el producto más internacional de Extremadura que se ha abierto paso en todas las cocinas del mundo. Un gran logro del autor de esta maravilla, un gran cocinero, que con él nos daba una buena noticia: la de que se ha superado la època aciaga en que el postre era algo menor y secundario en la carta y la asunción de que una buena comida nunca lo puede ser si su final es insípido y vulgar.

Todo lo anterior estuvo acompañado de vinos de la Bodega Ruiz Torres, histórica bodega con más de 150 años de historia, de la que pudimos disfrutar su BLANCO Verdejo Ruiz Torres, afrutado, joven, divertido en boca, un monovarietal de uva verdejo, variedad responsable de esa frescura que pudimos percibir nada más probarlo; su TINTO Attelea Vino Tinto Crianza DO Ribera del Guadiana, 80% Tempranillo, 20% Cabernet Sauvignon, vino crianza a base de dos grandes uvas con un toque a cacao y una potente entrada que se prolongaba en boca; y el CAVA Brut Sierra de Guadalupe DO Cava, Macabeo / Chardonnay que constituyó un buen ejemplo de la fortaleza que están tomando los cavas extremeños que pueden competir con solvencia en el mercado nacional e internacional de cavas españoles. 

Faltaban todavía unos bombones rabitos royale y el café de Cafés BREZO que nos dio tiempo a comentar la buena experiencia que acabábamos de tener y continuar animando a que se repita en un futuro no lejano.